Ciutadella de Menorca, en mallorquín, fue la capital civil y eclesiástica de Menorca, hasta que los británicos la trasladaron el año 1714 a Mahón, el gran puerto natural de la isla.
Fue ciudad romana, bizantina e islámica hasta que, entre noviembre de 1286 y enero de 1287, Alfonso III de Aragón conquistó la isla de Menorca, que se mantuvo en la corona de Aragón, hasta su incorporación a la hispánica durante el reinado de los Reyes Católicos.
En los siglos XVI y XVII fue víctima de reiterados asaltos islámicos, igual que el resto de las costas cristianas de la Europa meridional. Durante el siglo XVIII, el ejercicio de la soberanía se alternó en Menorca al ritmo marcado por los conflictos internacionales:
Británica, 1708/1713-1756: Fue ocupada en 1708 por tropas británicas, durante la Guerra de Sucesión Española; en 1713 la Gran Bretaña consiguió el reconocimiento de su soberanía sobre la isla por el Tratado de Utrecht; continuó ininterrumpida hasta el estallido un nuevo conflicto armado que provocó otro cambio de autoridad.
Francesa, 1756-1763: Coincide con la Guerra de los Siete Años, en los que las patentes de sanidad de los puertos menorquines aparecen encabezadas por el escudo de las tres flores de lis de los monarcas franceses. Por el Tratado de París su soberanía fue transferida nuevamente a la Gran Bretaña.
Británica, 1763-1782: Tras dos décadas de dominio inglés, el 5-1-1782, coincidiendo con la Guerra de Independencia de Estados Unidos (1775-1783), una expedición hispano-francesa recuperó la soberanía de la isla para la corona española, acontecimiento que se continúa celebrando en España cada 6 de enero con la festividad de la Pascua Militar, acto protocolario en el que participan las Jefatura del Estado y de los Ejércitos y el Gobierno e Instituciones de la Nación, junto a otros invitados.
Británica, 1798-1802: Ocupación realizada durante las Guerras Revolucionarias, cuando España se alió a Francia, a partir de la firma del Tratado de San Ildefonso (1796). La isla de Menorca sería devuelta a España por el Tratado de Amiens (1802).
De las patentes de sanidad emitidas por el puerto de Ciudadela, que representan los cambios de soberanía, se ha seleccionado la emitida durante soberanía española el 17-3-1794 encabezada por el escudo heráldico municipal que muestra una muralla torreada y centrada por un acceso, mazonada y almenada, probable trasunto de la cerca de la misma población y de su Puerta del Mar; en jefe, en losange, en campo de oro, cinco palos de gules (aunque deben ser cuatro), armas de Aragón. Se timbra con corona real cerrada y la leyenda: “LA UNIVERCIDAD (SIC) DE LA / ISLA DE MENORCA”.
Las murallas de Ciudadela, presumiblemente representadas en su escudo heráldico municipal, tienen antecedentes antiguos, siendo edificadas de nueva planta durante el siglo XIV, tras su incorporación a la Cristiandad, con notables reparaciones durante el siglo XVII. Como en tantas otras ciudades españolas, dichas murallas defendieron la plaza hasta que fueron demolidas a partir de mediados del siglo XIX, salvo los baluartes de Sa Font y del Gobernador, que perduran.
El escudo aparece al aire libre, representado sobre el mar y flanqueado en tierra por san Antonio Abad, barbado, de hábito, en el que porta la tau, casi convertida en cruz, con una mano sostiene el cayado, la campanilla y un rosario y en la otra un libro abierto.
También aparece san Sebastián de Milán atado de pies y manos al tronco de un árbol, con cinco flechas clavadas en su cuerpo; al pie se muestra la coraza, el yelmo y la espada, referencia a su profesión militar, de los que ha sido despojado para el primer martirio, de los dos que padeció.
El grabado aparece firmado por Melchor Guasp Florit, presbítero miembro de una familia mallorquina de impresores y libreros que ha ejercido su oficio entre los siglos XVI y XX. Este eclesiástico llegó a dirigir la imprenta familiar, en Palma de Mallorca; también está documentado su trabajo en Barcelona.
© Antonio Gil Albarracín
Doctor en Historia
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