Aristócrata, humanista, militar e ingeniero italiano del siglo XVI, Vespasiano Gonzaga Colonna fue un hombre del Renacimiento que plasmó dicho concepto en la capital de uno de sus señoríos: Sabbioneta, que hace una década fue incluida por el Comité Mundial de la U.N.E.S.C.O. en la lista de Patrimonio de la Humanidad.
Felipe II, con el que compartió adolescencia, lo tuvo a su servicio entre 1568 y 1578 como asesor militar, ingeniero, capitán general y virrey de Navarra y Valencia. Vespasiano organizó, reformó o proyectó la fortificación de las importantísimas plazas de Cartagena, Mazalquivir, Pamplona y Peñíscola, entre otras, así como la defensa de extensos sectores del litoral cantábrico y mediterráneo español, con proyectos propios o con la colaboración de ingenieros militares de las familias Antonelli y Fratín.
Retornado a Italia, serviría como embajador plenipotenciario de España ante la Dieta celebrada en 1588 en Praga por el Sacro Imperio Romano Germánico y sería incorporado a la orden del Toisón de Oro.
Entre los fondos antiguos de la Biblioteca Histórica de la Universidad de Valencia se ha conservado un extraordinario epistolario en el que el citado Vespasiano Gonzaga reunió las cartas dirigidas al monarca y otras autoridades, que se transcriben completas en esta publicación, junto a un extenso estudio introductorio, aportando una amplia perspectiva de la hasta ahora escasamente desconocida actuación de este personaje durante el reinado de Felipe II.
Vespasiano Gonzaga Colonna y las fortificaciones españolas del siglo XVI
2018