Notable médico granadino, nacido a finales del siglo XVII, Francisco Fernández Navarrete desempeñó varias cátedras en la Facultad de Medicina de su ciudad natal, alcanzando tal fama que, a partir de 1730, se incorporaría a la comitiva real, convirtiéndose en médico del monarca Felipe V, cargo que desempeñaba en 1742, cuando falleció. Notable ilustrado, fue miembro de las Reales Academias de la Historia y Médica Matritense, antecedente de la Real Academia Nacional de Medicina.
En 1732 escribió una topografía dedicada a la ciudad y arzobispado de Granada, estudio científico, cargada de amor hacia su tierra y rigor metodológico, a pesar de haber sido escrita en un periodo en que el método empírico aún no había logrado desterrar muchos atavismos heredados del pasado. Esta obra, que se enriquece con diversos dibujos y acuarelas del autor, se dio por perdida en el siglo XVIII, habiendo sido localizada en los anaqueles de la Biblioteca Central de la Provincia Franciscana de Cataluña y editada por Antonio Gil Albarracín con un extenso estudio introductorio; lo que ha supuesto la recuperación de una obra excepcional de las primeras etapas de la Ilustración española.
Cielo y suelo granadino (1732)
1997